Funciones de la música en la radio (continuación 1)

Función programática:
Aparece cuando la música es el objeto/contenido principal sobre el que se construye toda la programación de una emisora, o, en su defecto, un programa o una sección determinados. En el panorama radiodifusor actual, la música en función programática encuentra su máximo exponente en esa oferta especializada de la que se habla en el apartado sobre Historia y evolución del medio, especialmente en lo que se denominan radiofórmulas musicales. Fragmento de audio con muestra de radiofórmula Pero además, también se da esta función en los siguientes casos:

En los especializados musicales o monográficos: Es decir, en programas específicos que generalmente giran en torno a distintos estilos musicales. Por ejemplo, un espacio sobre música electrónica, en el que se presentan las últimas novedades, o un programa sobre música clásica, en el que cada semana se ahonda sobre un determinado compositor.

Al emitir temas musicales en programas no especializados: Cuando se inserta una canción o cualquier otra pieza musical en algún momento de un programa, no especializado en música, para suscitar la reflexión, para estimular la relajación o, simplemente, para hacer una pausa musical.

Eventos especiales: Es decir, cuando se transmite un concierto o una actuación determinada. Este tipo de retransmisiones no es muy habitual en la radio española, de ahí que hablemos de eventos especiales.

Analizadas las funciones sintáctico-gramatical y programática, vamos a centrarnos ahora en aquellas otras funciones que, como advierte el profesor Armand Balsebre en El lenguaje radiofónico, son específicas del medio que nos ocupa y, una vez más, del particular contexto que caracteriza la percepción radiofónica. Este contexto favorece que el código imaginativo-visual de la música en la radio integre dos nociones: restitución de una realidad subjetiva e interior (el pensamiento, sensaciones, la emoción: movimiento afectivo) y restitución de una realidad objetiva y exterior al sujeto que la percibe (movimiento espacial, visión panorámica, localización del detalle).

Función descriptivo-ambiental:
La música se presenta ejerciendo esta función cuando, en el momento de describir un lugar, un espacio o un ambiente, su presencia está plenamente justificada, ya que, en verdad, forma parte de la realidad "objetiva" a la que se está aludiendo a través de la radio. Un ejemplo ilustrativo de esta función podríamos encontrarlo en un supuesto reportaje sobre el consumo de alcohol en las discotecas, lugares en los que la música está siempre presente.

Función descriptivo-ubicativa:
Aparece cuando en la radio se hace uso de una música que, sin pertenecer al ambiente, traslada mentalmente al oyente a un lugar o a un espacio concreto. Dicha traslación se origina porque, al escuchar una melodía, el receptor la asocia automáticamente, por pura convención sonoro-narrativa, con un determinado referente. Por ejemplo, la salsa con Cuba, la Sardana con Cataluña, un vals de Strauss con Austria o la música de carrusel con una feria.

La música descriptivo-ubicativa se utiliza con frecuencia en la radio, sobre todo en los reportajes y en los anuncios publicitarios. Su uso, no obstante, denota una marcada falta de creatividad, ya que, en verdad, es un recurso excesivamente fácil. Date cuenta que casi siempre se cae en los mismos tópicos: las agencias de viajes anuncian ofertas a Brasil con una Samba, los restaurantes gallegos de Madrid utilizan una Muñeira como reclamo, en un reportaje sobre la afición a los toros se pinchan pasodobles, y así sucesivamente. Fragmento de audio de muestra con el ejemplo comentado en el párrafo de texto

Función descriptivo-expresiva:
En la radio, la música desempeña esta función cuando suscita un determinado "clima" emocional y crea una determinada "atmósfera" sonora. Se usa, en definitiva, para despertar sensaciones y emociones en aquel que la escucha.

En este caso, la música adquiere una dimensión subjetiva y simbólica, y, a menudo, se utiliza para ilustrar el universo interior de un personaje o el sentimiento que le produce a éste una situación dada. También suele ser usada como instrumento de descripción visual y representar así los estados emocionales que producen algunos fenómenos meteorológicos como las tormentas, la lluvia o el viento, o ciertos lugares y espacios, aunque no forme parte de los mismos.

Para seleccionar una pieza musical con la que pretendas incidir en las sensaciones y emociones, es muy importante que, previamente, analices lo que te inspira su escucha. Esta recomendación es lógica, pero si la destacamos aquí es porque muchas veces los temas son elegidos en función de su título y no de las imágenes que en nuestra mente genera su audición. Ten en cuenta que, por ejemplo, Wather Música de Händel no contiene tantas imágenes que sugieran el correr del agua como alguna de las composiciones de Tangerine Dream.

Para que puedas comprobar sobre el terreno a qué nos referimos cuando hablamos de música en función descriptivo-expresiva, te presentamos un fragmento de la ficción radiofónica El reino sin luz, ideada por Angel Rodríguez, profesor de Comunicación Audiovisual en la Universidad Autónoma de Barcelona y producida en los estudios de radio de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de dicha Universidad. La obra fue emitida en el ya desaparecido Ars Sonora, programa de la antigua Radio 2 de Radio Nacional de España. Cuando lo escuches, podrás visualizar claramente cómo la música que suena despierta una auténtica sensación de angustia en el personaje protagonista. Fragmento de audio con muestra del ejemplo comentado en el párrafo de texto

Pese a que hayamos podido establecer esta tipología, es importante advertir que en muchas ocasiones una misma melodía puede llegar a desempeñar más de una función a la vez. Esta circunstancia podría darse, por ejemplo, en un reportaje sobre un parque de atracciones. En este caso, la música de carrusel forma parte de la realidad que se está describiendo, ubica en ese lugar y, además, puede despertar ciertas emociones en un receptor que, al escucharla, recuerde algunos momentos de su infancia.

La música en la publicidad radiofónica
En el terreno de la publicidad radiofónica, la música ha ocupado tradicionalmente un lugar muy destacado. Son muchos los anuncios de mediados del siglo pasado que todavía perduran en el recuerdo de nuestros padres o abuelos gracias a las sintonías que habían sido expresamente creadas para dar a conocer las excelencias del Chocolate Lloveras, del Flan Chino Mandarín, del Calmante Vitaminado o del mítico Cola-Cao. Fragmento de audio con muestra del ejemplo comentado en el párrafo de texto

Como señalan las profesoras de la Universidad de Vigo Mariluz Barbeito y Montse Vázquez en una interesante aportación titulada La radio, un medio publicitario infravalorado, los publicistas de la época supieron aprovechar muy bien el valor estratégico que ya por entonces podía suponer la identificación de cualquier marca o producto con una determinada melodía o con una canción cuya letra describiera las virtudes de aquello que se anunciaba.

Aunque esta práctica pervive todavía hoy en la publicidad radiofónica, gran parte de las cuñas actuales sólo utilizan la música como un recurso puramente ornamental, como un simple adorno o telón de fondo, ignorando muchas veces que éste, como ya has podido comprobar, es un componente del lenguaje radiofónico extremadamente rico. Fragmento de audio con muestra del ejemplo comentado en el párrafo de texto


<< anterior | siguiente >>
Logotipo del Ministerio de Educación y Ciencia