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6.3 Factores que determinan la programación 6.3 Factores que determinan la programación En la programación televisiva inciden otros factores que no sólo condicionan las labores de los programadores sino que determinan su trabajo. De esta forma su infracción es directamente ilegal o, como mínimo, conlleva resultados desastrosos. A saber: la legislación, las reglas del consumo televisivo y la imagen de la emisora. La legislación La actividad televisiva está sometida a diversas normativas legales europeas, estatales y autonómicas que, como no podía ser de otra manera, exigen su absoluto cumplimiento. Hagamos referencia a aquellas más visibles para los espectadores. La programación televisiva debe cumplir las cuotas de publicidad, es decir, el tiempo máximo que se puede emitir de publicidad. Según la legislación española, las cadenas no pueden superar los doce minutos por cada hora de programación, diecisiete minutos si en ese tiempo se incluyen los espacios promocionales. Por otro lado, la televenta no puede ocupar más de tres horas al día y nunca en espacios de duración superior a los quince minutos. Algunos productos tienen prohibida o limitada su publicidad televisiva como el tabaco o los licores. Asimismo, no se pueden cortar los largometrajes en periodos inferiores a los cuarenta y cinco minutos ni patrocinar las noticias de los informativos. Otras imposiciones legales hacen referencia a la obligación que tienen las cadenas de cobertura nacional de hacer pública su programación con once días de antelación para evitar la llamada ‘contraprogramación’ de última hora. Por último, no pueden emitirse programas, o los espacios que los promocionan, que estén recomendados para los públicos mayores de dieciocho años con anterioridad a las diez de la noche. Reglas del consumo televisivo Hacen referencia a la manera en que los ciudadanos organizan su vida y cómo ésta se relaciona con la televisión. Hasta se podría decir que la programación se basa esencialmente en el estudio del tiempo social. Piénsese que las reglas del consumo televisivo establecen el contenido de los programas, el ritmo narrativo de los mismos y hasta las características de los personajes. Las variables del consumo a tener en cuenta son las estaciones del año (no se programa igual en invierno que en verano), los días de la semana, las franjas horarias, etc. En otro bloque desarrollaremos estos aspectos pongamos ahora un único ejemplo: las historias de las telenovelas, especialmente indicadas para la hora de la sobremesa, no funcionan bien en los horarios nocturnos. En otras palabras: según las reglas del consumo, si se programan telenovelas por la noche, las más de las veces están abocadas al fracaso. Imagen de emisora Como globalidad puede decirse que programar televisión es establecer un proceso comunicativo entre la emisora y su público. Eso significa que el programador debe de hacer un proyecto editorial y crear una determinada imagen que individualice su posición en el conjunto de la oferta. Las televisiones han creado su propia imagen y programar en contra de ella suele ser ruinoso. El caso del discurso navideño del Rey es curioso. Es uno de los pocos momentos en los que casi todas las emisoras programan lo mismo; sin embargo, la audiencia de TVE 1, por lo determinante que es la imagen de la emisora, sistemáticamente supera ampliamente a la de sus competidoras en ese momento. |
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