La literatura clásica estaba dividida en diversos
géneros literarios, que a grandes rasgos perduran hasta
la actualidad. Sin embargo el alcance de este concepto
ha variado: en Grecia y Roma los géneros tenían una
clara distinción formal; no se podía componer una obra
de teatro con versos hexámetros dactílicos. La distinción formal entre géneros
era tajante y no afectaba sólo al estilo, a los temas
tratados, sino incluso al dialecto en que se
redactaba.
Tradicionalmente se distinguen
tres géneros mayores denominados lírica, épica y
dramática, que son los géneros poéticos, esto es,
escritos en verso. Hemos dicho que Aristóteles en
su Poética fue el primero en teorizar
sobre la literatura. Tras Aristóteles el Mundo
Helenístico continuó con el estudio teórico de la
literatura, desde donde pasó a Roma.
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 Reconoce géneros literarios
latinos
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Tenemos en Horacio con su Arte poética o Carta a
los Pisones la continuación de esta tradición
en Roma. En esta tradición se creó, como pasó en otras
disciplinas, la terminología propia de la literatura. Se
crearon términos como 'anáfora', 'poesía', 'sinécdoque'
de origen griego o verso, prosa, literatura de origen
latino.
Pero además
de estos géneros mayores poéticos, en la Antigüedad se
cultivaron otros en prosa. Entre estos vamos a destacar
la filosofía y la prosa científica y técnica, de las que
hemos hablado en epígrafes anteriores, la novela, la
historiografía y sobre todo la retórica y
oratoria.
En Roma hubo
algunos géneros literarios propios. Los romanos
distinguían en el teatro entre las obras de origen
autóctono y las de origen griego: las primeras se
llamaban fabula togata (obra de teatro
representada con toga) y fabula palliata (obra
de teatro representada con palio), haciendo referencia
al indumentario de los actores.
Probablemente
el género literario más importante de los genuinos de
Roma sea la sátira, satura, en latín un guiso
que mezclaba de todo, era un género poético en el que se
mezclaban variados contenidos, pero tenía el rasgo común
de criticar
ácidamente.