La Guerra de
las Galias, acaecida entre el 58 y 52 a.
C., y La
Guerra Civil sucedida entre los años 49 -48
a. C. Su figura y valor es mucho
mayor como político y militar que como escritor,
aunque también es importante, y un gran
estilista del latín. Sus obras se conciben como
anotaciones de campo, se llaman en latín Commentarii,
es decir, anotaciones. |
 Asigna obras de historiadores
romanos
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Salustio Nació
en el año 86 en la Sabina y murió algunos años
después de César, retirado de la vida pública.
Se
dedicó
a la política tomando partido por el bando
de César. Escribió tres obras: una Historiae,
‘Historias’
que conservamos sólo en fragmentos, y dos
monografías, La Guerra de
Yugurta y La Conjuración
de Catalina.
Salustio escoge los
acontecimientos históricos que más se adecuan a su
ideario político. En el primero se narra la
sublevación de Yugurta contra Roma en Numidia. La
segunda la conjuración que Lucio Catilina preparó
contra el Estado en el año 63 a. C.
Nepote
(100 – 25 d. C.) tiene una vida casi desconocida.
Su obra histórica se centra en las Biografías. El
libro más importante, De Viris
illustribus, o Vidas de
hombre ilustres separa los romanos de los
extranjeros, se nos ha conservado sólo en parte,
casi todos extranjeros. Sus datos históricos no
son siempre correctos, busca dar un perfil
determinado del biografiado como en la vida de
Aníbal.
Tito
Livio (59 a. C. – 17 d. C.) nació en
Capua donde se educó en retórica y filosofía. Hacia el
año 30 a. C., coincidiendo con la proclamación de
Octavio como Augusto, llega a Roma donde dedica su
vida a la publicación de sus historias Desde la
fundación de la Ciudad, ab urbe condita, hasta
la muerte de Druso.
La influencia de
Livio fue muy grande y se tardarían casi cien años
en volver a encontrar en Roma historiadores de su
prestigio. Esto sucede en el cambio del siglo
siguiente con dos autores en cierta medida
opuestos, pero que narran los mismos
acontecimientos históricos de los primeros
decenios del
Imperio.
Tácito
(56 – 117?) debió nacer hacia el año 56 d.C. en la
Galia narbonense. Sus obras se dividen en dos
grupos las menores: Agrícola,
Germania y el Diálogo de los
oradores, y las mayores: Las
Historias y Los
Anales.
En la primera hace
una biografía elogiosa de su suegro. Es una mezcla
de biografía, monografía histórica y laudatio o
discurso encomiástico fúnebre. La segunda obra es
una Monografía sobre geografía, historia y
etnografía de los germanos. La tercera es una obra
diferente del resto. En ella se recogen tres
diálogos entre oradores que debaten sobre aspectos
de la oratoria. Su influencia se hizo
notar sobre todo en autores de la Ilustración como
en Montesquieu o Rousseau.
Suetonio
es el último gran historiador al que nos vamos a
referir. De su vida sabemos poco. Debió nacer en
torno al 69, procedente de África. Debió morir
entre 130 y 140. De su obra conservamos La vida de los
doce Césares y sólo en parte La vida de
gramáticos y rétores. Su obra fundamental
trata de las vidas de los primeros emperadores
desde Julio César hasta Domiciano al final del s I
d. C.
Las narraciones de
las vidas de los emperadores están salpicadas de
anécdotas referidas a la vida privada mezclada con
aspectos públicos, pero dibuja un semblante
definido
de cada emperador. La biografía de Suetonio
se contrapone en cierta medida a la historia de
Tácito.