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Roma Obras públicas y urbanismo [Autoevaluación]
Las casas de los
romanos
Las casas romanas más lujosas unifamiliares se
llamaban domus. Eran de una sola planta y su
estructura evidencia el carácter cerrado de la
organización familiar antigua. Estaban orientadas hacia
el interior, sin apenas ventanas y en torno a un patio
central, atrium.
Las casas
ofrecían todo tipo de comodidades incluyendo
calefacción, con un hipocausto.
A la
entrada había un vestíbulo y las fauces.
De aquí
se pasaba a un atrium, que consistía en un
patio interior cubierto con una apertura en el
centro llamada compluvium que dejaba
entrar el agua de lluvia. Este agua caía en un
pequeño estanque llamado impluvium.
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 Visita una casa romana
| Al atrio daban las distintas dependencias
de la casa: dormitorio, cubiculum, comedor
( triclinium ), cocina
(culina), y recintos laterales
(alae).
Por influencia griega se construyó el
tablinum, despacho del pater
familias en el que solía recibir a
sus clientes. También
detrás del atrio se construyó un peristilo, que no
es otra cosa que un patio mayor rodeado de
columnas a la manera de los claustros de nuestros
conventos. En él solía encontrarse un jardín.
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 Reconoce elementos de una casa
romana
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Cuando se
trataba de casas en las afueras de las ciudades o en el
campo se las llamaba villae.
Las
casas de los romanos más modestos se llamaban ínsulae
(como nuestras
'manzanas' de casas). Eran de muchos pisos, a veces
demasiados. Se sabe que, ya en tiempos del emperador
Augusto, se prohibió que tuvieran más de siete pisos
para que no fueran demasiado peligrosas. Pero aun así
algunas medían más de 18 metros de altura, como la
famosa ínsula Felicles. Los inquilinos vivían en
pisos alquilados que se llamaban cenacula. Pero,
como los alquileres eran muy caros, era frecuente que el
inquilino realquilara habitaciones a otros hasta
llegarse a un tremendo hacinamiento. Uno de los peligros
más temibles era el de los incendios
debido a que los inquilinos usaban braseros en
invierno. | |