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La psicología del consumo
7.5
La psicología del consumo
Se ha discutido suficientemente sobre si se puede hablar
o no de una “Teoría general del comportamiento del consumidor”. Lo que no
es discutible es la utilidad de aplicar ciertos modelos de conducta al análisis
del acto de elección y compra que, en sociedades como la nuestra, realizamos
constantemente. Estos modelos tienen su influencia en el proceso de creación de los mensajes publicitarios.
Aquí tienes las tres líneas más importantes aportadas desde la psicología:
1. Teorías del aprendizaje
El comportamiento
del consumidor, según su planteamiento, deriva del aprendizaje, que implica
siempre un cambio de conducta provocado por una experiencia o por una
práctica que tiene cierta permanencia temporal. Se han presentado dos
maneras elementales de explicar el proceso de aprendizaje: su punto de
partida es que la interacción entre el individuo y su mundo origina en
él fenómenos psíquicos. El desencadenante son los estímulos que encuentra,
ante los que aprende a dar una respuesta
apetitiva, o evitativa.
- Aprendizaje por condicionamiento.
El fisiólogo I. P. Pávlov, el neurólogo V. M. Bechterev
y el conductista J. B. Watson estudiaron la conducta a través de sus
experimentos: asociando mediante refuerzo
un estímulo neutro (campana)
a otro no neutro (comida) se puede obtener una respuesta
condicionada (salivación). El
individuo aprende a dar una respuesta específica a un estímulo.
Supuestamente, si conseguimos condicionar al individuo,
es decir, que asocie un estímulo (mensaje, nombre, música, olor ...)
a otro estímulo (ayuda, bienestar,
seguridad, miedo, sed ...) reaccionará dando una respuesta de aceptación
o de rechazo.
El aprendizaje por condicionamiento mecánico explica, mediante el modelo E-R (estímulo-respuesta),
que nosotros, como todo ser viviente, respondemos automáticamente ante
estímulos externos (luz, oscuridad, frío ...) o internos (llamadas del
organismo por falta de alimentos, actividad sexual ...). E. L. Thorndike
y B. F. Skinner desarrollaron el planteamiento conductista aportando
el condicionamiento operante,
según el cual se puede llegar a moldear la conducta del sujeto mediante
el uso apropiado de estímulos. Por ejemplo, un mensaje.
Thorndike enuncia las
leyes del aprendizaje:
1.1 Ley de la
preparación: la disposición
del individuo contribuye a intensificar el aprendizaje.
Ley del ejercicio: cuanto más frecuente sea la relación
entre situación-respuesta, mayor es el vínculo asociativo entre ambas.
La práctica conduce a la perfección.
Ley del efecto: cuando un acto va seguido de una
recompensa aumenta la probabilidad de que se repita; cuando va seguido
de un error (castigo), disminuye.
Apliquemos estos principios: si alguien está motivado
para comprar, cabe esperar que realice la compra y que lo haga más de
una vez; si utiliza varias veces un producto o un servicio, cada vez
lo usará con más destreza y facilidad; si le resulta gratificante y
satisface una necesidad, mayor posibilidad de que vuelva a comprarlo
o a usarlo.
- Aprendizaje perceptivo.
El neoconductismo dice que aprendemos mediante la observación
y la comprensión del entorno. Creamos y memorizamos un mapa cognitivo o, lo que es lo mismo, nos
familiarizamos con la situación. Esta corriente dice, por tanto, que
el individuo aprende a percibir una situación
estimuladora y, ante ella, a dar una respuesta adecuada. Su principal
representante, E. C. Tolman, distingue varios tipos de aprendizaje entre
los que destacamos el aprendizaje
del lugar: se aprende dónde están los obstáculos y las recompensas.
Cuando hemos ubicado estas últimas actuamos para obtenerlas.
Si aprendemos que los centros comerciales son para
nosotros un lugar donde encontramos estímulos positivos, ¿no será que
pasaremos el máximo número de veces y de tiempo dentro de uno de ellos?
2. Teorías de la percepción
Los investigadores de la percepción afirman que la forma en que el individuo percibe el mundo
que le rodea constituye uno de los determinantes fundamentales de su conducta.
Los movimientos que hacemos y los pensamientos que tenemos dependen, en
gran media, de la percepción, esto es, de la información que captamos
del entorno.
Una de las características de la percepción es su naturaleza selectiva: el individuo selecciona
entre multitud de estímulos sólo aquello que le llama la atención. Existen
determinantes de la atención, tanto internos como internos.
- Factores externos: variables ambientales que aumentan la posibilidad
de ser seleccionados por el individuo. Son cuatro:
- intensidad
y tamaño
- contraste
- repetición
- movimiento
Podemos pensar que cuanto
mayor es el anuncio y cuanto más elementos distintos a lo conocido incluye,
más llamará la atención. Lo mismo ocurre cuando nos aseguramos que es
visto en varias ocasiones y cuando incluye el efecto del movimiento.
- Factores internos: variables psicológicas que favorecen la atención
del individuo. Son dos: lo que
le más le interesa y lo que
está dispuesto atender. De modo que la publicidad ha aprendido que
conviene conocer los intereses, las motivaciones y las expectativas
del público objetivo, de modo que pueda incluirlos en los mensajes que
le dirige.
Si te gusta este tema busca en la biblioteca algún
libro que profundice sobre cómo percibimos. Encontrarás dos escuelas psicológicas
distintas, el asociacionismo
y la gestalt.
Esta última ha favorecido que en publicidad seamos conscientes de que la
forma está al servicio del contenido y, también importante, que al percibir
la forma percibimos parte del mensaje.
- Teoría del psicoanálisis.
Para Sigmund Freud la causa del comportamiento está en el inconsciente y la fuente impulsora
de la actividad mental son los instintos. Tratamos de satisfacer
instintivamente nuestras necesidades naturales, con el mayor goce posible
(principio del placer), pero el medio nos impone todo tipo de normas
éticas, sociales, religiosas, así como ideales, escrúpulos, convenciones,
prejuicios, etc. que restringen nuestra actuación. El resultado es la
represión de nuestros instintos y la consecuente sensación de angustia
o ansiedad.
Este proceso se apoya en la estratificación de la personalidad psíquica,
seguro que la recuerdas:
Ello (inconsciente), regido por el principio del placer.
Ego (consciente), regido por el principio de la realidad.
Superego (preconsicente), regido por el principio del deber.
“La
vida humana es un continuo conflicto entre el deseo y la norma, los instintos
y la autoridad social”. Para eliminar la tensión psicológica que se produce
el individuo utiliza mecanismos de defensa, método inconsciente que se manifiesta de
diferentes maneras. Algunas de ellas son utilizadas en publicidad
- Instinto de
enmascaración, que consiste
en olvidar la angustia.
Ejemplo de mensaje publicitario: tener que limpiar
... después de una fiesta. La limpieza se presenta así en un contexto
atractivo y confortable donde pueda olvidarse que esta tarea es desagradable.
- Instinto de
proyección, que envía
la angustia hacia algo o alguien externo o ajeno al individuo.
Ejemplo de mensaje publicitario: quedarse sin dinero
y tener que pedirlo es algo que en estos tiempos nos pasa a todos. El
banco es quien te salva.
- Instinto de
identificación del individuo
con alguien que no sufre la angustia.
Ejemplo de mensaje publicitario: una modelo te dice
cómo le ayuda en su trabajo una marca de belleza. Podemos pensar: “si
la uso, seré como ella”.
- Instinto de
sublimación o sustitución
de la causa que produce la angustia por otro elemento (objeto, sentimiento,
actividad ...) que es aceptado socialmente, incluso premiado.
Ejemplo de mensaje publicitario: no se debe ir mal
vestidos a determinados lugares, ni ser demasiado informal, pero si
llevas el reloj de nuestra marca, todos te admitirán.
La publicidad
instintiva (ver epígrafe 6.7.) ofrece el producto como una manera de
descargar la tensión, la energía acumulada. El producto no es un simple
objeto y su compra en sí proporciona satisfacción.
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