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8.9 La televisión
Es
habitual que todos los textos y discursos sobre televisión empiecen afirmando
que es el gran medio de comunicación de nuestro tiempo, “el medio rey”,
el electrodoméstico imprescindible o la forma
de entretenimiento más extendida en el mundo desarrollado. Su transmisión
conjunta de palabras, sonidos, imágenes, señales convencionales y movimiento
desafía barreras territoriales, culturales y también ideológicas y sociales.
Hoy es difícil conocer a alguien que ni tenga, ni vea la televisión.
Para
los investigadores de audiencias es quizá el medio más estimulante debido
a su evolución. La desaparición en España de la televisión única en 1984,
la entrada de la televisión privada en 1990, la multiplicación
de la oferta (satélite, local y cable) y el potencial próximo convierten
a este medio en un objeto de estudio interesante, al tiempo que en un campo
de máxima complejidad a la hora de aconsejar una compra eficiente.
Éste
es el medio donde más se invierte
en publicidad y el que más crece, representa el 41.6% de la inversión
en medios convencionales (Estudio Infoadex de la Inversión Publicitaria
en España 2004), lo que supone 2.315,2 millones de euros, un 6.6% más que
en 2002. Es el líder en el ranking publicitario por
volumen de negocio.
Entre
las características de la televisión destacamos las tres más básicas:
- Carácter
audiovisual: esta naturaleza y la riqueza de su mensaje en cuanto a códigos
utilizados consigue una forma de comunicación que multiplica las posibilidades
de impacto en la audiencia.
- “La
atracción hacia lo audiovisual”: parece que la combinación de luz,
movimiento y sonido atrae la atención antes que otros muchos estímulos,
es lo que los expertos llaman la pulsión
escópica (impulso natural y reflejo a mirar hacia cualquier estímulo
que llame nuestra atención), haciendo referencia a los estímulos internos
del organismo que impulsan a la acción. Si entramos en un lugar con
un televisor encendido, seguramente nuestra mirada se irá hacia la pantalla.
Más allá de los fenómenos físicos o naturales, el dominio de lo audiovisual
se ha convertido en un signo que diferencia a nuestra sociedad de cualquier
otra anterior.
- Audiencias
masivas: si las comparamos con las que proporcionan otros medios,
sigue ganando la televisión en la mayoría de los casos. Aun contando
con el reparto de la audiencia entre las diferentes cadenas, que ha
convertido en insólitos aquellos picos de ocho o diez millones de espectadores
de cuando sólo existían los dos canales de TVE, sigue ofreciendo a sus
mensajes una enorme difusión y notoriedad.
El
medio televisivo se puede clasificar principalmente por los criterios
de alcance o cobertura (nacional, autonómica
y local), coste para la audiencia
(televisión gratuita y de pago) y titularidad del capital (televisión pública y privada). En términos
de inversión publicitaria la clasificación que suele manejarse distingue
entre cadenas y emisiones de televisión nacionales y autonómicas y “otras
televisiones”, en las que se agrupan los canales locales y las televisiones
por cable y por satélite.
Desde
el punto de vista publicitario, este medio ofrece las ventajas e inconvenientes
más llamativos:
VENTAJAS
- Rapidez
de penetración, lo que le hace especialmente atractivo
y adecuado para el lanzamiento de los productos de consumo y, en general,
cuando el objetivo es lograr impactar en poco tiempo.
- Flexibilidad
geográfica y temporal: comparte esta característica con la
radio puesto que se han superado cualquier limitación técnica para hacer
que la señal llegue a cualquier punto. El número de televisores crece
y no sólo en los hogares, es posible encontrarlos en muchos lugares
públicos. Los horarios de emisión son muy amplios y la oferta es creciente.
- Calidad
del mensaje, resultado de dos factores: el primero es la capacidad de
impacto derivado de la combinación de distintos códigos, el telespectador
puede mirarlo, escucharlo, cantarlo, leer el mensaje que aparece...
El segundo factor es el nivel actual de la producción publicitaria audiovisual.
INCONVENIENTES
- Falta
de especialización: si la especialización en radio es muy
relativa, en la televisión tradicional, es decir, la gratuita, tampoco
es significativa. En publicidad se suele decir que intentar llegar a
públicos muy específicos a través de la televisión es como matar pulgas
a cañonazos.
- Saturación
publicitaria: las empresas de televisión se financian parcial o totalmente mediante publicidad, cuanto más espacio
venden más ingresos (puedes ampliar esta información en el bloque 3
de Media-Televisión). Por su parte, los anunciantes buscan la máxima
presencia en las mejores condiciones y eso desequilibra el tiempo dedicado
a las marcas. Hay demasiada publicidad, dicen la mayoría de los espectadores,
y reclaman que se limite.
- Dudas
sobre la eficacia: a la saturación se une la huida de la
audiencia ante la publicidad, sobre todo si consideramos lo fácil que
resulta cambiar de canal gracias al mando a distancia. El zapping en los cortes publicitarios es una sombra que vuela sobre
las expectativas de aquellos planes de medios que sugieren al anunciante
centrar exclusivamente su esfuerzo en spots
de televisión.
- Coste
elevado: la producción de la publicidad en TV no es barata y las tarifas,
aunque se hayan moderado y haya sitio para la negociación, multiplican el presupuesto de la campaña.
En
cuanto a las formas publicitarias
disponibles para el anunciante se puede hablar también de una evolución
motivada por la prioridad de responder a las necesidad de rentabilizar su
presencia en el medio. Al tradicional spot generalmente de 20 ó 25 segundos
situado en los bloques publicitarios de la parrilla de programación y el
poco utilizado publirreportaje
(anuncio de uno a tres minutos de duración emitido en el bloque publicitario),
se han sumado los patrocinios televisivos
(de dos tipos, uno semejante al de radio, con un mensaje al inicio y/o final
de un programa o una información en el que se cita expresamente la marca
patrocinadora; en el otro el mensaje se incorpora al contenido del programa,
ya que es el propio presentador o una tercera persona quien lo dice), las
telepromociones (espacios dedicados
a la promoción de un producto, servicio o causa también durante el desarrollo
del programa, pueden adoptar alguna forma de concurso e incluir la participación
de la audiencia) y las sobreimpresiones
(inserción en pantalla de la marca, el eslogan o cualquier elemento
publicitario, de modo que el telespectador lo ve al tiempo que mira su programa).
Junto a estas nuevas formas publicitarias han aparecido otras alternativas
de inserción en los medios, son el emplazamiento
de producto y bartering, puedes ver en qué consisten en el epígrafe 10.6.
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